El acoso escolar es una lacra que afecta a millones de niños y adolescentes en todo el mundo. En Italia, la situación es especialmente preocupante, con uno de cada dos niños afectados por el acoso escolar, y un grupo de edad de alto riesgo entre los 11 y los 17 años. Ante este reto, Italia ha tomado medidas proactivas publicando la norma UNI/PdR 42:2018, que establece criterios y requisitos para prevenir y combatir el acoso en las escuelas. Esta iniciativa bien podría servir de modelo para la acción mundial.
La norma UNI/PdR 42:2018, elaborada gracias a la colaboración de organismos como ACCREDIA, UNI, FIDAE, ISRE y MOIGE, es un documento disponible en italiano e inglés, diseñado para ser aplicable tanto a nivel nacional como internacional. Propone un sistema de gestión antiacoso que se anima a adoptar a todos los centros educativos, incluidos los centros de formación, los internados y los centros de ocio a los que asisten menores.
El planteamiento italiano es innovador en el sentido de que permite a las escuelas recibir una certificación "antiacoso" de un organismo acreditado, siempre que puedan demostrar el cumplimiento de los requisitos de la norma. Esta certificación se basa en la norma UNI CEI EN ISO/IEC 17021-1 y representa una primicia mundial en el campo de la certificación antiacoso.
La importancia de esta norma radica en su enfoque holístico, que no se limita a establecer políticas y procedimientos, sino que también incluye el análisis de las causas del acoso y el estudio de las herramientas para combatirlo eficazmente. Las escuelas deben elaborar un plan de acción con objetivos mensurables, como reducir el número de denuncias de acoso o aumentar la participación en actividades de sensibilización.
El desarrollo de la norma UNI/PdR 42:2018 es un ejemplo de cómo la tecnología puede ponerse al servicio de la humanidad, situando al individuo en el centro de las preocupaciones. Este enfoque es tanto más pertinente cuanto que el acoso no es un problema aislado en Italia, sino una crisis mundial que requiere una respuesta coordinada.
Italia, como pionera en el proceso de certificación acreditada contra el acoso, ofrece un precedente a seguir por otros países. La traducción de la norma al inglés es un paso para facilitar su adopción internacional, permitiendo que otras naciones se beneficien de la experiencia italiana.
A medida que el acoso y el ciberacoso siguen creciendo a nivel mundial, iniciativas como UNI/PdR 42:2018 son esenciales para proporcionar marcos y mejores prácticas. Es imperativo que las comunidades educativas internacionales tomen nota de estos desarrollos y consideren medidas similares para proteger a los niños y jóvenes, garantizando un entorno de aprendizaje seguro e inclusivo para todos.
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